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La Navidad es para llenarnos de cosas buenas. No se resume a una noche o una cena, si bien es lo más importante, se vive y disfruta durante todo un proceso que consiste en unir a la familia, ya sea para poner las luces en la casa, decorar el árbol de Navidad, jugar el amigo secreto, comprar regalos, entre otras cosas.

Todo lo mencionado anteriormente encierra un aspecto muy importante como lo es la convivencia y el compartir en familia, pero nosotros hoy te vamos a dar 3 tips necesarios a tomar en cuenta para que sea un mes lleno de plenitud y gratitud a nivel personal. Como bien dice el dicho, “si estamos bien con nosotros, vamos a poder estar bien con los demás” y lo más importante, vamos a poder llenarnos de cosas buenas.

Focalizar el presente

Que diciembre llegue, es sinónimo de que el año se está acabando. Siempre es bueno hacer una retrospectiva de todo lo que logramos en el año, agradecer por ello y cerrar el capítulo con una lista de todo lo que nos hizo falta.

Pero también, significa que es momento de enumerar todas esas cosas que creemos posible en el siguiente año. De esa forma no solo nos damos cuenta de las cosas grandiosas que nos pasaron en el 2022, si no que nos da la oportunidad de plantearnos nuevas metas y objetivos que pueden ser de mayor reto o relevancia, demostrándonos nuestro crecimiento personal, espiritual, laboral, emocional.

Bajar las exigencias

Que la fiesta de Navidad perfecta va más allá de una cena impecable, o el regalo más caro. Es sinónimo de que estamos creciendo a nivel personal, de que nos hace feliz estar con los que más queremos y que nos sentimos agradecidos por todo lo bueno que nos pasó este año. La perfección ideal está en el compartir, reír, amar y disfrutar.

Crear costumbres

Normalmente diciembre es el mes en el que la familia coincide en vacaciones y todos logran juntarse en la casa. Este es el momento perfecto para crear costumbres que mantengan unida a la familia.

Si en todo el año no pueden desayunar juntos porque papá y mamá deben trabajar, el recorrido pasa muy temprano por el niño/a, entonces que durante estas vacaciones puedan compartir juntos el desayuno, suena a una costumbre deliciosa y de mucho compartir.

Los rituales pueden ser en familia, pero la aceptación, la voluntad y el deseo de compartir juntos, es un sentimiento propio.

Estos también pueden ser individuales y aprovecharse para un encuentro con nosotros mismos. Pueden ser sencillos como salir a caminar todas las mañanas durante los días libres, leer un libro, aprender una receta nueva, o bien conocer un lugar nuevo cada semana.

Y vos, ¿Estás listo/a para llenarte de cosas buenas?

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